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¿Y qué puedo hacer mientras dormimos? Nada. Mientras dormimos estamos dormimos no estamos haciendo nada. ¿Y en qué dormís vos? Yo duermo en remera. No me levanté, no me tengo que levantar para hablarte, te hablo con la cabeza. ¿Y como encajamos sin medimos tan diferente? Encajando, buscándole la vuelta al asunto, pensando la matemática. ¿Y qué pasa si dormimos juntos? Algo interesante. Nada. De todo. Dormir es dormir no pasa nada cuando dormimos no estamos. Ni me toques para dormir. Pone algo en el medio. Pensalo conmigo, hablalo desde el otro lado de la frontera, mandame mensajes, escribime en el chat desde el teléfono y yo te contesto mañana porque no tengo teléfono y porque estoy dormida. Escribime boludeces, dejame cosas tontas que sepa solo yo, que el resto no sepa nada. Igual a la gente no le importa. Vos no existís para mi, yo no concreto nada para vos. Pero hablamos de dormir juntos y se va dando. Como evolucionan las cosas, que locura. Que fracaso también puede ser. No encontrarse, no saber. Podemos hablar toda la noche también, podemos leer, me podes leer el libro que estas leyendo el que te saca de la atención que demando. Compartimelo, eso me puede llegar a gustar. Porque hablamos de dormir no de otra cosa. Lo otro es con los novios.

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Si tensas mucho sexualmente ¿se rompe? ¿te rompe?
Si tensas mucho sexualmente ¿te duele?
Si tensas mucho sexualmente ¿te moris?
Si tensas mucho sexualmente ¿te vas de mambo? ¿te pasas de rosca? ¿te pones loco?
Si tensas sexualmente ¿te salvas?
Yo me quiero salvar la verdad. Me quiero salvar y me quiero tensar. Y quiero llegar bien al verano. Y quiero pasar enero en buenos aires. Acostarme frente al aire acondicionado. Que hablemos de nuestras cosas. Que me preguntes de mi ex novio. Que te de celos. Que se te pase. Dejar el aire en 24 grados. Temer juntos y de la mano la factura de luz. Que me ayudes a pagarla. Tensarnos. Querernos.